jueves, 22 de abril de 2010

No importa que clase de recuerdo sea....

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Cuando las miradas vuelan, como tantas otras veces suelo darme media vuelta, y me alejo rápido sin escuchar cuando me llaman. Pero hoy en cambio me quede contemplando colores, jugando a ser niña, sin pensar en mañana, ni en que en horas tendría que ponerme a cumplir con responsabilidades, jugué a no pensar…por lo menos por momentos lo hice.

Hoy las hojas de los árboles que yacían amontonadas me miraron curiosas, y yo en cambio las contemple fascinada, mientras escuchaba atentamente el ruido que hacían, pero intentando no involucrarme. Y es que había tantas cosas para hacer. Por momentos todo pareció despertar y cobrar vida, y yo que al principio intentaba seguir adormecida, y alejarme, les seguí el juego.

Abrir la boca. Sacar la lengua. Sonreírle a la nada, o a todo, y sentir como de a poco todo lo que sabía a miedo, polvo, silencio, se alejaba. Por lo menos por momentos pude refrescarme la cara, fabriqué sonrisas, cerré los ojos, respiré profundo y mire el cielo.

Parece que todo haya decidido, de repente, despertar…Dura poco, y es que siempre lo bueno me dura poco, pero por momentos, son esas pequeñas cosas las que hacen que me olvide de todo un rato y me tranquilice, aquellos momentos indescriptibles que los objetos, y la gente te brinda sin darse cuenta cuando mas lo necesitas Quizás todo era muy normal para el resto, pero para mi fue un regalo de carcajadas que ya daba por perdidas.

Gracias.