sábado, 10 de julio de 2010

mi cochencho

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Ayer tuve lo que fueron para mi unas horas de felicidad extrema. Ya mencione con anterioridad lo grato y melancólico que me resulta el tema de "regresiones." Pero olvide resaltar que interesante resulta hablar de relaciones pasadas (una vez que una siente que supero dicha relación) y mas disfrutable resulta si al revivirlo lo haces de la mano de una amiga (luego lo explicare en detalle)

Una de las tantas razones por la que me gusta ir al cine es ese momento de distracción que te brinda, donde tenes que prestar atención para de esa manera seguir el ritmo de la película, y a su vez porque me da unas pequeñas vacaciones de mis responsabilidades o justamente porque le regala a mi mente un respiro de sus preocupaciones.
Aun así, puedo admitir que el cine ya no es lo que era antes. Muchas veces odio asistir y los porqués son los siguientes: te encontras con que a esta altura del partido todavía hay gente inadaptada que no apaga su celular, una termina por escuchar extravagantes timbres justo a mitad de la función. Lo peor es que hay algunas/os que deciden aceptar esa llamada y se ponen a hablar como pancho en su casa.
La falta de intimidad me resulta molesto a la vez. Quiero un escape, eso es lo que quiero, no encontrarme con una millonada de gente encerrada entre cuatros paredes con asientos estrechos. Ya fueron esos días donde podíamos poner los pies sobre el asiento de enfrente, y es fácil sentirse perseguido y observado.

Dejando eso aun lado, fui a ver con una amiga la pelicula Cheri. no se si recomendarla, pero me gusto mucho la fotografía, alguna que otra frase y la actuación de los personajes. Le falto un poco mas de....no se....fue como una hamburguesa donde le faltaba el queso.
Luego fuimos a comer algo, nos encontramos disfrutando de las costumbres correntinas (mas que nada el lenguaje y sus expresiones, y la gran diferencia que vemos aca en la vivencia porteña, decir que nos reímos, es quedarme corta…carcajadas, si eso fue.

Y es acá donde voy a retomar el tema de relaciones y regresiones.

Todo comenzó con la afirmación de la manera en que las mujeres nos sentimos incomprendidas por el sexo opuesto, muchas veces le he confesado mis problemas a los hombres, y muchas veces me sentí insignificante y hasta "histérica". No pedimos mucho, no les pedimos soluciones simples a nuestros problemas, quiero que comprendan que queremos sentirnos escuchadas, respaldadas, y no que minimicen nuestras dificultades. (este tipo de: lo que ellas quieren vs lo que ellos nos dan, duro mucho tiempo....seria imposible abarcar todo)

Cuando una persona se enamora de verdad (no hablo de gustar, hablo de enamorarse) es el momento en el que te sentís protagonista de tu propia película. Ese sentimiento solo es algo tan complejo de explicar que me estoy quedando sin palabras. Encontrar a esa persona especial hace que vivamos en un mundo maravilloso donde nos la pasamos imaginando situaciones y nos reímos y sorprendemos de los infinitos momentos que nuestra mente crea. Todo es posible, todo es felicidad, todo es un arcoiris de posibilidades.

Muchas veces ese amor se acaba. No puedo hablar mucho al respecto, ya que solo me enamore dos veces, pero ambas fueron con mucha intensidad. La vida es tan injusta a veces que suelo pensar que Dios o quien sea que este armando tanto alboroto, quiere que suframos mucho para saber apreciar los instantes de felicidad. Pero supongo que el amor esta, el amor viene y va, cada persona es única y por ello cada relación lo es. Y lo que ahora parece imposible superar, llegara el día en que ese dolor dejara de pesar y con tiempo olvidaras y será un recuerdo, una herida del todo cicatrizada. Lo jodido es cuando por fin parece que avanzaste y esos viejos fantasmas quieren resurgir.

Cuando tu pasado choca tu presente y quiere intervenir en tu futuro….creo que de eso se tratara mi próximo post