lunes, 26 de marzo de 2012

El resto corresponde a la vida y a la ausencia de la vida.

0 comentarios
Es agotador sentir las demandas contantes, es abrumador y escalofriante comprender que nada de lo que haga va a ser suficiente. 
A veces se me escapa un tipo de risa demente al entender que tengo que pensar más en mi cuando lo único que obtengo en respuesta son derrumbes cotidianos en donde me pierdo en el recuerdo y no puedo confiarle nada a nadie. 
Así que no voy a inventar escusas, simplemente no quiero ver ni hablar con nadie por unos días. Necesito un descanso y reencontrarme con mi otra yo. Esa que se maravillaba con lo más insignificante, la que camina dando saltitos, la que sonríe aun cuando duele, a la cual no le importa el pertenecer o no. La que no reprime sentimientos y sueña entre melodías mientras se imagina nadando sobre hojas, sintiendo que que todo le produce un despertar curioso y aventurero.

Hasta entonces, me tomo unas pequeñas vacaciones a ver si logro perderme un poco.